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Acercamos la educación sexual a personas jóvenes y mujeres adultas

Acaba Educación sexual para todas, ambicioso programa de educación sexual para personas jóvenes y mujeres adultas que hemos realizado con éxito en ciudades y pueblos por todo el Estado.

La educación sexual es crucial. Y no sólo en la adolescencia, sino en todas las etapas de la vida. En el caso de las personas jóvenes, desempeña un importante papel en la formación de actitudes positivas y saludables hacia la sexualidad y las relaciones, así como en la prevención de riesgos. Proporcionar información precisa y accesible en esta etapa contribuye a empoderar a chicos y chicas para que puedan tomar decisiones sobre su sexualidad, estableciendo las bases para una vida adulta con bienestar.

Pero la educación sexual con mujeres adultas es igualmente importante, ya que aborda las necesidades y preocupaciones específicas que surgen en una etapa en la que tienen cabida muchas vivencias y necesidades que no siempre son atendidas o tenidas en cuenta. La información actualizada y los recursos de apoyo ayudan a las mujeres a la prevención y detección temprana de dificultades, promoviendo también su bienestar.

El trabajo con estos dos grupos de personas ha sido un acierto: abordamos así en la acción la evidencia de que la educación sexual es importante a lo largo de toda la vida y complementamos objetivos y enfoques. Una perspectiva que refleja la visión integral que SEDRA tiene sobre la sexualidad, reconociendo las necesidades y preocupaciones de cada grupo.

Así, la intervención se ha llevado a cabo tanto en grandes ciudades como en zonas rurales, y ha priorizado en todo momento a aquellas personas más vulnerables. Personas migrantes, con diversidad funcional, pertenecientes a la comunidad LGTBIQ+ o en situación de exclusión han participado en estos talleres que, en su mayoría, han sido realizados en colaboración con otras entidades, centros educativos y servicios que trabajan de forma directa con estos grupos de personas.

Hemos trabajado desde un enfoque práctico y adaptando los talleres a las características específicas de cada grupo y comunidad. Además, uno de los aspectos más destacados del programa ha sido su enfoque inclusivo y respetuoso hacia la diversidad sexual, garantizando que todas las personas participantes se sintieran representadas y respetadas. Es fundamental reconocer y celebrar la diversidad cuando se habla de sexualidad; por ello, se han creado espacios seguros y acogedores donde todas las personas pudieran aprender y compartir sus experiencias sin temor a ser juzgadas. 

El éxito del programa no sólo se mide en números, sino en el efecto transformador que ha tenido en sus participantes. Una vez más, la educación sexual ha sido acogida con un enorme interés, lo que nos recuerda la importancia de este tipo de iniciativas. Con el éxito de este programa, y conscientes de los desafíos que esto supone, reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando en la promoción de la educación sexual en todo el Estado porque constribuye a construir una sociedad más informada, igualitaria y saludable.