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Atlas europeo muestra un panorama desigual en el acceso al aborto

En el Atlas de Políticas Europeas sobre Aborto se señala que siguen existiendo obstáculos innecesarios para poder abortar, y que la legislación de los países europeos y su aplicación son heterogéneas.

El atlas, elaborado con la colaboración de personas expertas y el liderazgo del Foro Parlamentario Europeo por los Derechos Sexuales y Reproductivos (EPF) y la red europea de la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF EN), compara y puntúa los marcos legales para acceder a la atención del aborto seguro en 52 países y territorios europeos.

«Mientras que los medios de comunicación internacionales se han centrado recientemente, y con razón, en Texas y en Estados Unidos en términos de acceso restringido al aborto, la situación en Europa también merece una atención específica. Nuestro atlas muestra una situación ambivalente en todo el continente. Mientras que los sistemas sanitarios nacionales de 21 países abordan el aborto como cualquier otro servicio sanitario, en 14 países y territorios el aborto sigue siendo técnicamente un delito, aunque la mayoría de quienes viven en Europa consideran que el aborto es un derecho de las mujeres«

Neil Datta, Secretario de EPF
Estos son algunos de los datos que se señalan en el estudio:
  • 31 países no incluyen el aborto en la cobertura financiada por el sistema nacional de salud. Esto penaliza a las mujeres, pero especialmente a las más vulnerables (por ejemplo, las que tienen bajos ingresos, las que viven en zonas rurales, las de etnia gitana, las que ejercen la prostitución y las migrantes indocumentadas).

  • 19 países, entre ellos varios conocidos por sus posturas progresistas, obligan a las mujeres a soportar requisitos médicamente innecesarios antes de acceder a la atención del aborto (asesoramiento obligatorio y a veces sesgado, períodos de espera obligatorios).

  • Un aborto seguro y voluntario no debería ser tratado como un delito. Y, sin embargo, 16 países de Europa regulan la atención del aborto principalmente a través de su código penal.

  • 26 países permiten al personal sanitario negarse a dar atención con base en sus creencias personales o conveniencia, lo que puede poner a las mujeres en grave peligro.

  • 18 países europeos no proporcionan a la población información clara y precisa sobre la atención del aborto.

Por todo ello, las organizaciones han llamado, durante la presentación del atlas, a seguir trabajando por este ámbito fundamental de los derechos sexuales y reproductivos para seguir ampliando su aplicación, y en ese sentido han celebrado procesos como el de San Marino o las movilizaciones para acabar con la prohibición del aborto en Andorra.

Además, han recordado a los gobiernos que tienen la responsabilidad de salvaguardar el derecho de las mujeres a tener el control de sus vidas reproductivas sin discriminación ni coerción, y por eso les instan a:

  1. Modernizar las leyes sobre aborto (descriminalizar, extender los plazos)
  2. Garantizar que la atención del aborto está cubierta por los sistemas sanitarios nacionales
  3. Eliminar obstáculos innecesarios para el acceso a la atención del aborto, de acuerdo con los recomendaciones de la OMS
  4. Prohibir que las/los proveedores sanitarios puedan optar por no participar en cualquier parte del espectro completo de atención de la salud reproductiva.
  5. Proporcionar información precisa sobre la atención del aborto y combatir la desinformación
  6. Desarrollar investigaciones sobre las principales barreras -estigmatización, diferencias geográficas, costes, rechazo de la atención, desplazamientos…
Accede al Atlas Europeo de Políticas sobre Aborto:

¿Cómo se califica a España?

El Estado español obtiene una buena puntuación en cuanto al acceso a la atención del aborto, que lideran Islandia, Reino Unido y Suecia.
  • España es evaluada positivamente por tener incluida la interrupción voluntaria del embarazo como una prestación del Servicio Nacional de Salud y respecto al no establecimiento de procedimientos médicos obligatorios, adicionales o innecesarios, aunque pierde puntos por el asesoramiento y por el periodo de espera obligatorios para las mujeres. 
  • En el atlas se valora positivamente que en España no haya obstáculos administrativos para abortar, aunque se penaliza el requerimiento de autorización de terceros (judicial o paterna) para las mujeres de 16 y 17 años.
En cuanto a la atención clínica y prestación de servicios, España se sitúa en un punto medio. Suecia, Finlandia y Francia son los países mejor valorados en este aspecto.
  • El atlas valora positivamente que en el Estado español se ofrezcan tanto el aborto quirúrgico como el farmacológico, y que se ofrezcan servicios de planificación familiar en el ámbito de la atención del aborto. Sin embargo, España pierde puntos porque se excluye a matronas y enfermeras/os de quienes pueden prestar el servicio.
  • La autogestión del aborto farmacológico en el entorno doméstico se permite “parcialmente” en gestaciones de menos de 12 semanas, dice el atlas, que lo compara con países en los que se permite “completamente”. 
  • Es en la protección legal de las mujeres que deciden abortar donde el Estado español suspende claramente. En el atlas se señala que en nuestro país el gobierno central no ha tomado medidas para evitar el acoso de grupos antiabortistas, proteger la privacidad de los proveedores de servicios o sancionar a quien infringe el acceso legal de las mujeres al aborto.
La falta de regulación de la objeción de conciencia sitúa a España entre los países con un peor desempeño en este ámbito. 
  • El Atlas señala la inadecuada regulación de la objeción de conciencia y pone varios ceros al país en este ámbito.  Respecto a la información precisa y fidedigna que se proporciona por parte del gobierno y otras autoridades públicas sobre el aborto el lugar ocupado por el Estado español es muy discreto. Los países mejor puntuados en este aspecto son Reino Unido, Noruega, Francia y Macedonia del Norte.