Para avanzar en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos resulta imprescindible involucrar a las personas jóvenes tanto del Norte y como del Sur global.
La vivencia de la sexualidad y la garantía de los derechos sexuales y reproductivos dependen enormemente del lugar de residencia; de su legislación y sus políticas; y también de las normas sociales y culturales imperantes. Para avanzar en la garantía de estos derechos resulta imprescindible involucrar a las personas jóvenes del Norte y el Sur global.
Conversextion, un proyecto liderado por AMREF Salud África y que cuenta con la participación de SEDRA, nace con la intención de convertirse en una red que tienda puentes entre jóvenes de distintos orígenes, ofreciendo espacios para la reflexión y reivindicación sobre sus derechos, desde una perspectiva global, y a través de una estrategia de educación para el desarrollo. El proyecto comienza con una experiencia piloto en la que participan ocho jóvenes de Kenia y España que, cada mes, se reúnen para hablar de diferentes temas, con el acompañamiento de una persona experta en sexualidad; y bajo la premisa de que para crear conciencia se necesita información.
“Yo nunca he visto los derechos sexuales implementados. Sí he oído hablar de enfermedades y de higiene, pero no de salud sexual”.
Durante la primera de las conversaciones que el grupo ha mantenido hasta la fecha, se puso el foco en la declaración de los derechos sexuales y reproductivos, tratando de hacer una fotografía de la situación de cada uno de ellos en el mundo. Los/as jóvenes compartieron los derechos que consideran más importantes e indispensables según su realidad, así como el grado de cumplimiento que perciben en sus países, de acuerdo a su experiencia. La impresión general es que se habla más en negativo que en positivo respecto a esta realidad; que se pone el foco en los riegos y los peligros y no tanto en las posibilidades y en las libertades de las personas jóvenes.
La segunda conversación puso sobre la mesa la pregunta “¿Cómo vivir una sexualidad compartida positiva? “, de la que se derivaron debates relacionados con la seguridad en cuanto a los encuentros eróticos, y la igualdad como base para compartir el deseo. El grupo compartió opiniones e ideas, y adquirió información relevante sobre prevención de riesgos y sobre consentimiento. Por otra parte, la última conversación mantenida, estuvo dirigida a hablar sobre diversidad sexual (orientación sexual, identidad y expresión de género), y finalizó hablando sobre los derechos de las personas LGTBIQ+ en el mundo y en sus respectivos países.
“Estamos creando un vínculo de confianza que facilita la comunicación”
Las sesiones del proyecto son muy dinámicas y permiten la participación en los numerosos ejercicios que la facilitadora propone. Al final de cada sesión existe un espacio para comentar qué temas le resultan interesantes o preocupantes al grupo, para poder seguir conversando desde su motivación e intereses. Así, poco a poco, se está creando un vínculo de confianza que facilita conocer mejor la realidad que viven los/as jóvenes de ambos países, así como ver en qué hemos avanzando aquí y allí, y cuánto camino queda por recorrer.
La idea es que sus propuestas tengan efecto visible en la reivindicación de su voz en la elaboración de políticas y programas sociales que tienen a la población joven como principal destinataria. Ellos y ellas seguirán conversando durante los próximos meses y, desde nuestras organizaciones, seguiremos escuchándoles.